La Mente es Buda - Teisho de William Nyogen Yeo Roshi
EL KOAN
Taibai le preguntó a Baso con insistencia: "¿Qué es Buda?". Baso respondió: "La Mente es Buda."
EL COMENTARIO DE UMMON
Si lo entiendes aquí y ahora, llevas la vestimenta del Buda, tomas los alimentos del Buda, pronuncias las palabras del Buda, realizas las acciones del Buda. De hecho eres el Buda. Aunque esto fuera posible, Taibai ha confundido a muchos al confundir la marca de la báscula con el peso mismo. ¿Cómo podría entender que tan solo la mención de la palabra Buda debiera obligarnos a lavarnos la boca durante tres días. Si eres un verdadero estudiante de Zen, deberías cubrirte los oídos y escapar cada vez que escuchas a alguien decir: "La Mente es Buda."
EL VERSO
El cielo azul, el día soleado. Es bastante detestable buscar por los alrededores. Si aún preguntas: ¿"Qué es Buda?" es como si gritaras tu inocencia mientras sostienes el botín.
Este koan "la Mente es Buda" es maravilloso para iniciar el estudio de nuestro "entendimiento correcto". No debemos confundir. No me refiero a un entendimiento del Dharma por medio de conceptos. Al desarrollar un "entendimiento correcto", desde el esfuerzo inicial, la práctica no debería ser confusa ni demasiado difícil. Incluso un entendimiento intelectual, si es claro y preciso, puede y debiera ser una ayuda para la realización y la actualización de la práctica. Sin embargo, algunas personas no parecen tener ni idea de lo que se supone deberían estar haciendo. Es decepcionante ver a muchas personas desperdiciar sus vidas, corriendo en círculos, pensando que están haciendo lo correcto. Por otra parte, es alentador ver que algunos de ustedes, que se sientan con asiduidad, lo están haciendo muy bien. Esto comprueba una vez más que quienes realizan el esfuerzo correcto se beneficiarán con el resultado correcto.
Recuerden que la realización no es suficiente. Debemos actualizar esta realización y hacer de ella la realidad de nuestra experiencia cotidiana. De otra manera, se convertirá en una fantasía y en un entendimiento conceptual. Un entendimiento conceptual del Dharma es inútil. Sin embargo, es aquí en donde la mayor parte de las personas se estacionan. Es triste perder esta rara oportunidad para practicar y actualizar el verdadero Dharma. Baso, el personaje principal de este koan, es una de las grandes figuras del Zen. Solamente Eno, el Sexto Patriarca, abuelo espiritual de Baso, es considerado por algunos académicos más famoso que el propio Baso. La lista de sus sucesores parece un "quien es quien" en el Zen: Taibai, el monje que realiza la pregunta en este koan; el profundo Nansen, maestro de Joshu; el Pang el laico y su increíble familia y el gran Hyakujo y su famoso koan sobre el zorro. Se dice que Baso dejó 139 sucesores. Este es un número verdaderamente impresionante si consideramos el esfuerzo que Maezumi Roshi tuvo que realizar para producir 12 sucesores. Por supuesto que si Roshi hubiese vivido hasta los 80 años probablemente hubiera dejado algunos más.
Se describe la figura de Baso como físicamente imponente, con mirada de tigre. Se le conoce por su vigoroso estilo de Zen. No dudo que al escucharlo y verlo zarandear su bastón nos llamaría la atención. ¡Poseía una figura impresionante! Dos de las escuelas originales de Zen, las líneas Igyo y Rinzai lo consideran como ancestro.
Taibai vivió de los años 752 al 839. Fue un estudiante particularmente dotado que poseía lo que llamamos una memoria fotográfica. Siendo muy joven podía memorizar largos documentos escritos con solo leerlos una vez. En los tiempos de este koan, llevaba 30 años estudiando filosofía budista. A través de su ejemplo podemos comprender que el estudio intelectualizado del Dharma es simplemente inadecuado. Después de 30 años de estudios filosóficos avanzados, aún era incapaz de comprender la esencia viviente del Budadharma, incapaz de penetrar en el corazón de esta Gran Cuestión. ¡Treinta años! ¿Podemos imaginar cuánto batalló? ¿Podemos imaginar su angustia y su frustración? El hecho que haya alcanzado la iluminación por medio de este koan es la razón por la que pienso que debe de haber hecho zazén durante algún tiempo en todos esos años. Podemos darnos cuenta a través de su compromiso con la práctica, que no se trataba de un estudiante común y corriente sino de uno de esos raros individuos que gustosamente entregaron su vida al Dharma. Su ejemplo es un aliciente para nosotros y no debemos sentirnos defraudados si las cosas no parecen avanzar rápidamente. Una de las barreras que tenemos que penetrar es cuando estamos deseando que algo suceda. Por medio de la práctica correcta, podemos lograrlo.
Que patéticos resultan nuestros esfuerzos al compararlos con este viejo maestro y aún más patéticos resultan los razonamientos que utilizamos como excusas para no practicar. Aquí mismo, en Hazy Moon, ¿cuántos de nosotros vamos más allá del esfuerzo mínimo? Para un ser humano no hay nada más importante que este esfuerzo. Ahora mismo tenemos la oportunidad de romper esa barrera que nos mantiene confinados a una vida de sufrimiento, pequeña y paranoide. Y, recuerden por favor, que no se trata sólo de nuestro sufrimiento personal: gracias a nuestros engaños, causamos sufrimiento a todos los que nos rodean. Esto incluye a las personas que decimos que más amamos. La mente egocéntrica, desafortunadamente, no puede funcionar de otra manera. Su terreno es el miedo y está dominado por la avaricia. Cuando no se satisface la avaricia de la mente egocéntrica, responde con la ira. El mundo del sufrimiento nace de esta mente engañada. Todos decimos que deseamos liberarnos de este sufrimiento, pero la mayoría de nosotros no realizamos el esfuerzo necesario. Dogen Zenji dijo: "El Camino no es difícil. Simplemente las personas no lo quieren recorrer en su totalidad." ¡Es una pena!
Nos quejamos de no tener el tiempo para realizar una práctica seria. Sin embargo, tenemos tiempo para ver películas, televisión y para las fiestas de los fines de semana. Qué ingenuos somos al dar prioridad a estas actividades, con la esperanza de que, de alguna manera, nos liberen del aburrimiento y la ansiedad que encontramos en nuestra vida cotidiana. No hay nada malo con divertirnos, pero cuando nos convertimos en esclavos de las pasiones generadas por el engaño, perdemos toda esperanza de salvación. ¡Con qué rapidez se pasa la vida y, después, es demasiado tarde!
Este koan nos presenta a un estudiante serio que cuestiona a su maestro. Casi implora: "Qué es Buda?" Lo que en realidad está preguntando es: "¿Qué es el Camino?", "¿Cuál es mi Verdadera Naturaleza? "¿Qué es Muji?" No se trata de un cuestionamiento casual. Esta imploración está impulsada por los treinta años de estudios serios. Sin duda alguna, Baso se percataba del dolor y la angustia detrás de la pregunta de este estudiante. Si nosotros no hemos sufrido esta ansiedad y desesperación no podremos apreciar la urgencia existente en la pregunta de Taibai. También es cierto que no podremos apreciar sino superficialmente la respuesta de Baso. No entendemos la transformación que se da. Él pregunta: "¿Qué es Buda?" La respuesta de Baso es simple y directa: "Mente es Buda.". "MENTE ES BUDA" es una de las afirmaciones más directas que han sido pronunciadas en cuanto a la esencia misma del Budadharma. Es muy sencilla y directa y, sin embargo, raramente realizada. El propósito de la llegada de Occidente de Bodhidharma fue precisamente el transmitir esta enseñanza de "Sólo Mente." Esta verdad ha sido realizada por todos los grandes Maestros del pasado. Sin embargo, se trata sólo del dedo que apunta: "¡Mente es Buda!"
Debemos cuidarnos de no caer en un entendimiento conceptual de la Mente. Un entendimiento intelectual esquiva la esencia viviente de este koan. Baso no está hablando del fluir de la mente egocéntrica, constantemente ocupada en atrapar y rechazar cosas del mundo fenomenal. No está ocupándose del funcionamiento del cerebro en su proceso de clasificar las cosas que encuentra a su paso. ¡Se refiere a la Mente como lo Absoluto!
Esta Mente como lo Absoluto no permite interpretaciones filosóficas ni teóricas. Al trabajar con este koan debemos aprehender la verdadera experiencia de la Mente en tanto que lo Absoluto. Debemos rechazar todo pensamiento egocéntrico y existir en el samadhi de conciencia despierta en el Eterno Ahora. El Eterno Ahora es el estado de Conciencia Despierta Pura. Nosotros mismos debemos experimentar esta Conciencia, esta Mente Única, no aprisionada por el flujo de la realidad manifiesta. La realidad manifiesta no está separada de ella pero no es esta Mente Única! Podemos utilizar las olas y el océano como metáfora de la realidad manifiesta y la Mente como Absoluto. Las olas son idénticas al océano y no pueden separarse, sin embargo las olas no son el océano. El viento (karma) proporciona las condiciones para el surgimiento de las olas, y las olas, al estar condicionadas, poseen características observables y duración. Como consecuencia, podemos decir que las formas manifiestas de las olas nacen del gran océano, que nunca abandonan este océano, y que, a su tiempo, las olas regresan a su naturaleza informe dentro del gran océano.
Esto es cierto también en lo que concierne al mundo manifiesto de los fenómenos que constantemente surgen a nuestro alrededor. No poseen identidad fija, son simplemente el continuo fluir de energía (karma) que se manifiesta y que, una vez más, se integra al vacío de Sólo Mente. En tanto que Absoluto, esta Mente no tiene principio ni fin. Transciende, literalmente, la relatividad del mundo del nacimiento y de la muerte. Nacimiento y muerte continua no son sino la vida eterna de esta Sólo Mente. Las olas que surgen y se reintegran a su origen son la actividad del gran océano. El mundo manifiesto que experimentamos en la forma de nuestra existencia, de instante en instante, no es otra cosa sino la actividad de esta Sólo Mente. Si solo pudiéramos despertar nuestro Verdadero Ser, nos encontraríamos con que, desde el inicio, hemos estado a salvo en las manos del Buda y que nunca hemos tenido nada que temer sino las pesadillas de la mente egocéntrica...
Sin embargo, esta forma de hablar de la Mente puede confundirnos. La mayoría de nosotros, aún en el corto tiempo de esta charla, hemos empezado a formarnos un entendimiento racional de "Mente". Esto esquiva totalmente el koan. Debemos comprender que no hay nada que entender. Y no malentendamos este "nada que entender". Nuestro problema es que nos encontramos atrapados en los procesos de la mente egocéntrica. Este es el proceso sin fin del desarrollo de toda clase de entendimientos basados en nuestro gustos y disgustos y en nuestras preocupaciones en cuanto a la forma en que aparecemos ante los demás. Esta clase de actividad es totalmente ilusoria y lo único que provoca es prolongar nuestro sufrimiento. Para liberarnos de esto debemos detener el flujo de la mente egocéntrica, al menos una vez. Debemos desechar todos los pensamientos condicionados y toda nuestra conciencia de nuestro yo y los otros para experimentar el estado verdadero de "Yo soy Eso". ¡Puede lograrse y debe lograrse!
Ummon dice: "Si lo puedes lograr aquí y ahora..." y solo dejar que las cosas sean tal cual son, sin dejarte llevar por la mente engañosa, entonces cada momento (de nuestras vidas) serán la manifestación de nuestra naturaleza Búdica. Cuando camino, es el Buda quien camina. Cuando hablo, es el Buda el que habla. En realidad, estoy manifestándome como Buda y esta mente es el Absoluto! ¡El entendimiento intelectual no puede alcanzar este estado de Ser! ¡Esta es la viva experiencia del extraordinario universo de la Unidad ! Se trata de nuestra Verdadera Realidad. No existe nada fuera de ésto. Ésto es: "Mente es Buda". Su terreno es la compasión y carece de temor. Liberados al fin de las rumiaciones egocéntricas, simplemente me dejo llevar por el maravilloso flujo de la creación. Cuando río, sólo río. Y cuando lloro, sólo lágrimas y nada más. Es como un amplio y vasto espacio abierto en el que no existen obstáculos.
Hablar de todo esto no basta. Solo puede experimentarse a través de la iluminación y esta iluminación se da por el samadhi de nuestro zazén. Aquí nosotros entendemos zazén como no separación. Significa sostener el esfuerzo del no-haciendo a través de permanecer en un estado de completa alerta, de conciencia despierta, en el eterno Ahora. ¡Únicamente este instante!. Este esfuerzo debe sostenerse durante las 24 horas del día hasta que, finalmente, la raíz egocéntrica sea eliminada y podamos permanecer en el lugar suave y dulce del no esfuerzo.
Fuente: Centro Zen del Escorpión Negro
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