Maharaj: Tan malo como recordarse a uno mismo continuamente. Hay un estado más allá del olvido y del no olvido, el estado natural. Recordar, olvidar, estos son estados de la mente, limitados por el pensamiento, limitados por la palabra. Tome, por ejemplo, la idea de haber nacido. Se me dijo que yo había nacido. Yo no recuerdo. Se me ha dicho que moriré. Yo no lo espero. Usted me dice que yo he olvidado, o que me falta imaginación. Pero yo no puedo recordar lo que nunca ha acontecido, ni esperar lo que es patentemente imposible. Los cuerpos nacen y los cuerpos mueren, ¿pero en qué me concierne eso a mí? Los cuerpos vienen y van en la consciencia y la consciencia misma tiene sus raíces en mí. Yo soy la vida, y míos son la mente y el cuerpo.
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