Teisho de William Nyogen Yeo Roshi
Febrero 2006
Hemos estado discutiendo Las Ocho Creencias en el Budismo de Yasutani Roshi y la última plática fue acerca de La Vida Eterna. Debemos tener mucho cuidado respecto a esto para no lanzarnos en viajes de fantasía egocéntrica -ya que la verdad de lo que tú eres va mucho más allá de cualquier cosa que puedes imaginar. Toda esta imaginería con la que juegas en el cojín, y a la que aspiras, aparece en blanco y negro, mientras que la verdad es en technicolor.
La cuestión de mayor importancia para nosotros es la del nacimiento y de la muerte, el entrar y el salir de la existencia. Si dices que no le temes a la muerte, entonces te estás engañando. ¿Crees en la Vida Eterna del Budadharma o le tienes miedo a la gran vacuidad, a la nada? Qué eres? Esto debemos preguntarnos.
Para empezar, tenemos que ver el tiempo y el espacio de otra manera. Algunas apreciaciones iniciales son presentadas por aquellos científicos que han trabajado en el dominio de la física cuántica. Al mismo tiempo, debemos recordar que, aunque estos genios trabajan con sus mentes en profunda concentración, a diferencia de lo que sucede en el proceso del zazén, rara vez se produce una transformación de su ser. No pueden salir de su cabeza mientras suben a una plataforma a observar el universo.
Según Einstein, todos los objetos a través del universo están viajando a una velocidad fija -la velocidad de la luz. No hay envejecimiento a la velocidad de la luz y todas las nociones de espacio y tiempo son relativas. Toma el ejemplo del fotón, una partícula subatómica, una partícula de luz que no tiene una masa que se pueda identificar, pero que sí tiene energía y movimiento aparente. Según la física cuántica, todo lo que existe emergió del "Big Bang". Un fotón, una partícula de luz, tienen por tanto la misma edad que cuando ocurrió el Big Bang. No hay transcurso del tiempo a la velocidad de la luz. ¿No existe el tiempo?
¿De qué estás hablando?
¡Estás hablando de tí mismo! No puedes salirte de este preciso momento. Pero los científicos no entienden el tiempo desde ese estado absoluto del que hablaba Dogen. Ahora mismo puedes alcanzar un entendimiento que ellos no poseen. ¡Dime cómo sales afuera de ti mismo! Ahora mismo deja el lugar que sientes detrás de tus ojos y entre tus oídos y siéntate aquí, al otro lado del zendo, junto a mí.
¡No puedes hacerlo! Ahora trata de encontrar algo que siempre esté afuera de ese lugar - ahora mismo - que tú puedas identificar. ¡Enséñamelo! No puedes dejar el espacio del que estamos hablando. Si piensas que estás atrapado en este cuerpo limitado, entonces estás hablando Buji-Zen.
¿Qué es lo que está considerando esta gran pregunta? Los científicos dicen que no es una pregunta relevante, pero es la única pregunta relevante en última instancia. ¿Qué es mente? ¡No pienses!!
¡Esto es mente!
Y, cuando estoy en el estado de mente no-dividida, el "yo que se da cuenta del yo", no hay conceptualización, no hay imágenes o palabras. Eso sería un estado de sueño donde estás atrapado en tu imaginación de lo que es.
¿Te das cuenta que tu no eres tus pensamientos, que esta "conciencia” en realidad se trata de las cosas de las que no te preocupas? Esas son las olas que emergen del océano. La verdadera esencia de ti, la luz de ti, es como un fotón, nunca envejece aunque las cosas a tu alrededor den vueltas, se agiten y se deterioren. El terreno básico no conoce el miedo. Es compasivo. Sólo esta palabra "conciencia" es la fuente de todo asombro.
Pero no pienses que puedes emprender un juego de la conciencia discrimintatoria con esta conciencia pura. Mientras exista una percepción de un "yo", seremos incapaces de experimentar el lugar de los milagros y la magia.
¿Cómo liberarnos? Empezamos por no proyectarnos - saltar a conclusiones egocéntricas sobre lo que se presenta ante nosotros- porque estamos invariablemente equivocados, y el mundo del samsara gana terreno. En otras palabras, empezamos por confiar en "no sabiendo". Esa es la vida sin restricciones, ocupándonos verdaderamente de lo que se presenta.
El futuro nunca llega aquí. Entonces, si estás esperando la iluminación, simplemente estás atrapado en tus propios pensamientos. Sólo te puedes despertar en el ahora. ¡Despierta! Siempre es ahora. Sólo abre los ojos y deja a un lado todo pensamiento discriminatorio. Si alguna vez pruebas la levedad de ser, te deja sin aliento. Es un resplandor tranquilo y nuestra capacidad de respuesta es ilimitada. Estás jugando en un campo infinito para siempre.
Fuente: Centro Zen del Escorpión Negro
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