Un monje ermitaño vivía en su choza de paja, un día se dio cuenta de que un brote de bambú había crecido en su piso de tierra, y comenzó a regarlo. Pronto el bambú alcanzó el techo de la choza. El monje pensó en hacerle un hoyo al techo para que el bambú siguiera creciendo. Tomó una de las velas que usaba para estudiar y se dispuso a quemar una pequeña parte del techo para hacer una entrada. El techo se incendió destruyendo toda la choza y al bambú.
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