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jueves, 9 de julio de 2015

Las cartas de Yaeko Iwasaki


                                    Harada Roshi               Yaeko Iwasaki


Carta 1. Evidencia de kensho
23 de diciembre

Querido Harada roshi:

Le agradezco tanto que haya venido a verme anteayer a pesar de estar tan ocupado. Por favor cuídese su resfriado. Ayer por la mañana me dijo en dokusan: “Lo que has percibido aún está nebuloso”, así que debía buscar más profundamente. Cuando desperté de pronto ayer a media noche, estaba mucho más claro, ¡El Buey se ha acercado cien millas! (“Buey” se refiere a la Mente iluminada). 

Y lo único que pude hacer era alzar mis palmas unidas en señal de alegría absoluta.

Comprendo verdaderamente que existen grados en la profundidad de la iluminación. 

Sí, Pero Pocos conocen este hecho tan significativo

Aún usted, mi roshi, ya no cuenta para nada. Mi gratitud y deleite son imposibles de describir. Ahora puedo afirmar que mientras estemos conscientes de la iluminación, no es la iluminación verdadera.

¿Cómo puedo expresarle mi gratitud por permitirme, aún en tan pequeño grado corresponder a la incalculable deuda que tengo hacia todos los Budas? Mi gratitud no puede expresarse en palabras -no hay nada que pueda escribir o decir. Le escribo sólo porque pienso que sólo usted puede comprender mi felicidad y estará satisfecho de mí.

Ahora que se ha abierto el ojo de mi mente el voto de salvar a cada ser viviente surge espontáneamente. Le estoy tan agradecida a usted y a todos los Budas que me avergüenzo [de mis defectos] y haré todo el esfuerzo necesario para disciplinarme.

Has visto al Buey con claridad pero el captarlo se encuentra a diez mil millas de distancia. Tu experiencia aún esta manchada por el pensamiento conceptual.

También estoy decidida a limpiar mi mente de su ignorancia inmemorial. Usted es la única persona en quien puedo confiar. Temo que todos los demás no me comprendan y piensen que soy orgullosa si de pronto les hablo de todo esto.

Tu contención me agrada.

Créame. Nunca en esta vida pensé ser favorecida así [llegando a la iluminación]. Le debo tanto. Hago gassho con verdadera gratitud.

Cuídese el resfriado. Espero, con gran alegría, volverlo a ver el día 21 del mes próximo. Yaeko.

COMENTARIO GENERAL: Confirmo que verdaderamente ha visto al Buey, pues en su experiencia hay una profunda auto-afirmación, el deseo de salvar a todos los seres sintientes y la determinación de disciplinarse espiritualmente en su vida diaria. Sólo un estado mental tan exaltado puede llamarse la mente de los verdaderos hijos del Buda. Pero sin embargo, aún permanece el sujeto que ve. El hogar de su Mente aún se encuentra lejos. ¡Debe seguir buscando con más intensidad!



Carta 2. Evidencia de gran iluminación
25 de diciembre

Querido Harada roshi: 

Hoy por primera vez he alcanzado la gran iluminación. Estoy tan contenta que todo mi ser baila a pesar de mí misma. Solamente Usted puede comprender tal éxtasis. 

He alcanzado el punto de captar al Buey verdaderamente y no hay engaño en absoluto. 

Ahora por primera vez has encontrado el Camino, has realizado tu Mente completamente. Te has liberado del engaño que ya no tiene raíces. ¡Qué Maravilloso! 

No hay ni Buey ni hombre. Quisiera ir enseguida a darle las gracias personalmente pero me es imposible porque debo cuidar mi salud, así que por carta le expreso mi profunda gratitud. Desde lo más profundo de mi corazón le doy las gracias y alzo mis manos en gassho ante Usted. ¡Los Budas y patriarcas no me han engañado! He visto mi Rostro antes de que mis padres nacieran con más claridad que un diamante en la palma de mi mano. Ante mis ojos ha aparecido la verdad absoluta de cada palabra de los patriarcas y de los sutras con claridad cristalina. Ya no es necesario el dokusan y ahora todos los koanes son como muebles inútiles para mí. Aunque los salvaría, ya no hay seres sintientes qué salvar. Los que sólo han alcanzado el kensho no conocen este estado de libertad ilimitada y de profunda paz mental. Verdaderamente no puede conocerse hasta llegar a la iluminación total. Si después de esta carta aún me dice tonterías no vacilaré en decirle que su propia realización deja que desear. 

¡Bien!, ¡Bien! Esto se llama la etapa de estar en la cima de la solitaria montaña o regresar al propio Hogar. Sin embargo debo seguir diciéndote “tonterías”. Un día comprenderás por qué. 

Le debo tanto. Cuando reflexiono sobre el hecho de que verdaderamente he cumplido el Gran Voto que he hecho durante innumerables vidas pasadas y que ahora yo puedo dar dokusan, me siento infinitamente agradecida. 

Aún es demasiado pronto. Sin embargo ¿cuantas personas llamadas iluminadas tienen tanta seguridad interna? Estoy encantado de verlo revelado en tus propias palabras. 

El ojo de mi mente es absolutamente idéntico al suyo: ni Budas ni demonios me pueden desconcertar. Este estado va más allá de cualquier descripción. He olvidado todo y por fin regreso a mi verdadero Hogar con las manos vacías. 

¿Ha vuelto otra vez el Patriarca Dogen? Este es el Darma-kaya inmaculado, es decir, el Buda Birushana (Vairochana). 

Aquí Harada-roshi está comparando las palabras de Yaeko, “He olvidado todo y he regresado a mi verdadero Hogar con las manos vacías”, con las palabras de Dogen cuando regresó de China: “He regresado al Hogar con las manos vacías. No tengo rastro alguno de Budismo. Sólo digo esto: mis ojos son horizontales y mi nariz vertical”. 

Mi mundo se ha revolucionado. ¡Qué vanos e innecesarios fueron mis esfuerzos del pasado! Al seguir sus sabias instrucciones y su paciente consejo, no me quedé satisfecha con la paz tan superficial que mi mente engañada consideraba suficiente. No puedo explicarle que feliz y agradecida me siento de mi estado presente. Todo esto es el resultado de un zazen persistente, de la decisión de no conformarme jamás con un pequeño éxito, sino continuar durante no importa cuántas vidas. 

Tu gran devoción, sobre todo tratándose de una lega, es sorprendente. 

Ahora puedo comenzar la tarea infinita de rescatar a todos los seres vivientes. Esto me hace tan feliz que casi no puedo contenerme. 

Todo es luminosidad, luminosidad pura. Ahora puedo progresar eternamente hacia la perfección en armonía natural con mi vida diaria. 

Sí comprendes. Así es exactamente. ¿Cuantos seguidores del Zen han llegado hoy día a una realización tan profunda? 

He resucitado, como lo han hecho usted y todos los demás por toda la eternidad. Cuando lea esta carta, usted también derramará lágrimas de gratitud. 

Estoy tan agradecido de tener una discípula como tú que ya puedo morir feliz. 

Sólo usted puede comprender mi mente. Sin embargo no hay ni usted ni yo. Mi cuerpo y mi mente de hecho han caído. 

Trataré de mejorar mi salud, cultivar la virtud y estar lista cuando la oportunidad se presente de enseñar el Budismo. Estoy en el centro del Gran Camino donde todo es natural, sin tensión, ni presuroso, ni vacilante; donde no hay Budas, no hay usted, no hay nada; y donde veo sin mis ojos; escucho sin mis oídos. No queda ni rastro de lo que he escrito. No hay ni pluma ni papel ni palabras: no hay nada. 

Ya que es absolutamente imposible hablar de esto excepto con alguien que lo ha experimentado por sí mismo, le he escrito. Me imagino que se alegrará de tener una discípula que ha bebido tan profundamente de la fuente de la sabiduría. Me postro nueve veces ante usted para expresar mi gratitud. (El número de veces que uno formalmente se postra ante un Buda) 

COMENTARIO GENERAL: Este grado de realización se llama “captar al Buey “, en otras palabras es verdaderamente alcanzar el Camino. Es el retorno al propio Hogar o a la adquisición de la sabiduría fundamental. Avanzar un paso más es realizar una sabiduría aún mayor. Este Buey tiene solemnidad y radiancia inmesurables.




Carta 3. Evidencia de profundización de la iluminación         
26 de diciembre

Querido Harada roshi: 

Estoy llena de remordimientos y vergüenza. Mi carta del día 25 le ha debido hacer pensar que estaba loca. 

No debes preocuparse. El delirio de alegría es la reacción inicial de todos cuantos han tenido un despertar profundo. 

Había llegado a tal grado de éxtasis que no supe qué hacía y no me pude contener. Cuando recobré los sentidos y reflexioné me reí al pensar en lo desordenadas que se habían vuelto mis emociones. Entonces pude apreciar la historia de Enyadatta que enloqueció al pensar que había perdido la cabeza y la conmoción que causó cuando la halló aunque por supuesto nunca la había perdido. Pero otra vez soy yo misma así que no hay por que preocuparse. 

Siempre he tenido sentimientos de ansiedad debidos, por una parte, al miedo de que mi aspiración a la budeidad no sea lo suficientemente fuerte debido a mi insignificancia e impotencia y, por otra parte, al miedo a morir sin verdaderamente haber experimentado la verdad del Dharma que quizás no pueda realizar hasta pasadas innumerables vidas. 

Sí, debe ser muy doloroso para el que tiene fe absoluta en el Dharma morir sin experimentarlo. Sólo sintiéndolo de ese modo se es capaz de practicarlo con tanta devoción como tú. 

Pero ahora que he penetrado hasta el fondo y he adquirido una aspiración absolutamente sólida para alcanzar la budeidad veo claro que puedo continuar mi disciplina espiritual para siempre y de esta forma perfeccionar mi personalidad al máximo, impulsada por el Voto que surge de forma natural de salvar a todos los seres sintientes. 

¡Estoy tan emocionado que lloro! 

No conozco palabras para expresar mi felicidad y gratitud. 

En vez de volverme negligente con mi zazen tengo toda la intención de fortalecer aún más mis poderes de concentración. 

¡Sí, sí, realmente comprendes! 

Estoy profundamente consciente de la necesidad de cultivarse con diligencia y de comprender por completo el valor del dokusan. Prometo no volver a escribir algo tan pretencioso como lo que escribí ayer diciendo que había llegado a la iluminación total y que por tanto podría instruir a otros en dokusan. 

¡Verdaderamente has despertado! 

Perdóneme. Me sentía tan fuera de mí que sencillamente perdí el sentido de la proporción. Después de reflexionar con calma me doy cuenta que fue bastante cómico; sin embargo, qué bello recuerdo el haber probado esa alegría indecible aunque no durase más que un momento. 

Los Budas y patriarcas han experimentado esta gran alegría por lo menos una vez. 

Estoy anegada en lágrimas de gratitud, pues ahora de verdad puedo comprender el bien y el mal y proceder con firmeza sin engaños para seguir mis prácticas espirituales a través de mi vida diaria. Desde lo más profundo de mi corazón le doy las gracias. 

Por favor cuide su salud. Espero su próxima visita. 

COMENTARIO GENERAL: En esta etapa uno adquiere lo que se llama “la sabiduría de la percepción inmaculada y sutil” o “sabiduría obtenida subsecuentemente”. Su grado puede medirse de acuerdo con los Cinco Grados establecidos por el Maestro Tozan. La profundidad de la percepción mencionada en su segunda carta corresponde al tercer grado, Shochurai [donde la conciencia de Uno esta por encima de todo y la conciencia de la diferenciación se desvanece], la de esta cuarta carta es henchurai [donde uno vive en todas las cosas sin ningún rastro consciente de iluminación]. Ahora es posible realizar los actos benévolos y virtuosos atribuidos a Fugen o Kannon. En el Zen ésta es la realización del voto de un Bodhisattva, esto es vivir en la Tierra Pura. 

Aunque se requieren entre cinco y diez años después del kensho para llegar a este estado, ella lo ha alcanzado en menos de una semana. Sin duda se debe a su fe pura y profunda en el Budismo, a su gran voto sin límites [hecho durante incontables vidas y su aceptación de todos los seres sintientes] y al haber escuchado con corazón creyente toda palabra de Budismo auténtico que le fue dicha. Su logro es algo muy raro en nuestros tiempos. La historia notable de su determinación y ardor debería grabarse en grandes letras como una inspiración inmortal para todos los seguidores del Zen.



Carta 4. Evidencia de la experiencia directa del Gran Camino Budista 
26 de diciembre 

Querido Harada-roshi: 

Disculpe que le escriba con tanta frecuencia. He alcanzado el último nivel de realización que un discípulo puede alcanzar. 

En verdad lo has logrado. 

Solía pensar: “¡Qué grandioso debe uno volverse con la iluminación!” Y “¡Qué admirable es aquel que se dedica completamente a actividades budistas hasta el punto de no pensar más en uno mismo!, ¡Pero estaba tan equivocada! De hoy en adelante cultivaré mayor virtud y jamás cesaré mi práctica. 

Antes de la iluminación la deseaba tanto y con frecuencia pensaba: “Cuán noble aquél que regresa a su Hogar en paz y satisfecho”. 

Pero al haber alcanzado la iluminación total... 

Tu experiencia marca la diferencia entre el Zen bujill y el Zen auténtico. 

(El Zen Buji es un Zen sin sustancia, un Zen que niega la validez de la experiencia de iluminación. Sus seguidores mantienen que hablar sobre iluminarse es una contradicción, puesto que todos estamos innatamente iluminados.) 

...Me digo a mí misma: “¿Por qué te emocionaba tanto?. Pues ahora tengo una gran aversión a que se me llame “iluminada”.

Me complace escuchar esto. Sin embargo solamente con la iluminación total es posible poner tu zen en práctica en la vida diaria.

(Puesto que la iluminación no le dio nada que no tuviese antes, aceptar una alabanza por estar iluminado sería como aceptar una alabanza por tener, por ejemplo, dos pies.) 

He olvidado por completo el momento de mi iluminación y lo que pasó inmediatamente después; sin embargo puedo decir que he alcanzado el verdadero ojo de la iluminación, por decirlo de alguna forma. Me da risa decirme a mí misma “¡Así que esta es la iluminación total! 

No puedo expresarle mi agradecimiento por sentirme una con el Dharma, completa y naturalmente. Al mismo tiempo fui tonta por haberme dejado llevar por mi alegría delirante. Esto le va a hacer sonreír. Mis “engaños” sobre todas las cosas se han desvanecido por completo. Pero no le digamos esto a nadie ya que el Dharma debe ser respetado.

Teniendo cuidado al hablar a los demás sobre tu experiencia, podrás ayudarles y no dañarles, así que no te preocupes. 

No puedo comprender por qué me era tan importante respetar el Budismo o a cualquier persona que alcanzara la iluminación total. ¿He estado soñando? 

Yaeko 

COMENTARIO GENERAL: ¿Soñando? Por supuesto. Sin embargo, no se trata del sueño ordinario de la mayoría sino un sueño de un significado tremendo y perdurable, de una intensa absorción en el Dharma del Buda. 

Este estado puede igualarse con el quinto grado, el más avanzado llamado kenchuto [un estado de naturalidad absolutas donde la interpretación mutua del mundo de la discriminación y el mundo de la igualdad es tan completa que uno ya no esta consciente de ninguno de los dos]. 

Me maravilla que haya llegado a este punto con tanta rapidez. El que lo haya logrado sólo puede atribuirse a su intensa fe en las enseñanzas del Buda y a su fuerte espíritu bodhisattvico. El que alcanza este grado ha completado su práctica de Zen bajo un maestro y puede comenzar la verdadera práctica por sí mismo. ¿Cuántas personas pueden comprender todo esto hoy día? ¡Katsu!. 



Carta 5. Evidencia de haber alcanzado la mente no regresiva de Fugen 
27 de diciembre

Querido Harada roshi: 

Gracias a usted he percibido con claridad que Buda no es otra cosa que Mente. Mi gratitud no conoce límites. Esto se debe tanto a su guía benévola como a mi intenso anhelo y lucha por la budeidad a fin de que pueda liberar a todos los seres sintientes. 

No había pensado que tuvieras una aspiración tan profunda de la budeidad. ¡Qué poco discernimiento el mío! Es evidente que eres la encarnación de un gran Bodhisattva. 

¿Cómo agradecerle? 

Ahora veo que en, términos del Dharma debo respetarme. Por favor dígame qué debo hacer aún. Qué agradecida estoy por haber podido limpiarme de toda mancha de pensamiento y sentimiento ilusorio. 

Aún no has acabado de desraizar tus sentimientos ilusorios pero al percibir de modo tan profundo como lo has hecho tú es posible, sin embargo, vivir una vida de pureza. 

Pero a pesar de esto deseo que me guíe en todos los sentidos pues confundiré a los demás en su práctica o comprensión del Budismo. 

El estado de mi mente es ahora muy diferente al que tenía en el momento del kensho. 

Kensho es solamente la etapa de ver al Buey. 

Verdaderamente, a medida que avanzo el Camino Supremo se vuelve más exaltado. Ahora que he experimentado que tada (Literalmente “sólo”, “solamente”. Así, si uno está comiendo, uno debe estar absorto en sólo comer. Si la mente se distrae con ideas y conceptos durante el comer, no es tada. Cada momento de la vida vivirla como tada es un Ahora eterno) es la perfección, puedo finalmente devolverle sus innumerables dádivas y me siento tremendamente feliz. Ahora que he alcanzado una etapa crítica y profunda necesito verlo pronto. 

Quisiera poder volar e ir a verte para aconsejarte. Pero como estamos a final del año estoy muy ocupado con los asuntos del monasterio y por tanto me es imposible ir por el momento. 

Perdóneme que le haga esta petición por escrito pero mi enfermedad me impide ir a verlo. 

Debe estar muy contento de saber que me he graduado verdaderamente. Nunca soñé que en esta vida sería testigo de la transmisión del Budismo de la encarnación de un Buda al Bodhisattva Miroku. 

(El budismo vivo podría decirse que es transmitido de Buda a Bodhisattva, cuando la iluminación de un discípulo alcanza el mismo nivel que la de su maestro) 

Una y otra vez me prometo a mí misma que he de actuar con el mayor cuidado en cada detalle de mi vida. Ruego para que esté usted bien. 

Yaeko 

COMENTARIO GENERAL: Lo esencial del Budismo vivo puede resumirse en la palabra tada. ¿Quién es el Buda Shakyamuni? ¿Quién es Miroku? No son algo distinto de ti ¡Mira! ¡Mira! 

Ha alcanzado este estado de tada. Es natural por consiguiente que se sienta esa profunda alegría así como una gran responsabilidad en lo que respecta al Dharma profundo. Las acciones que fluyen de esa Mente son las de la encarnación de Fugen o Miroku. 



Carta 6. Evidencia de la alegría y la paz de ser uno con el Dharma 
27 de diciembre 

Querido Harada roshi: 

¡Regocíjese conmigo! Finalmente he visto mi rostro antes de que mis padres nacieran con una claridad que penetra desde los cielos hasta el fondo mismo de la tierra. Y sin embargo nunca me he considerado como una buscadora desesperada. 

Usted y yo hemos acariciado una profunda ilusión: el prometer salvar a todas las criaturas engañadas sin importar los eones que esto signifique es algo muy elevado. 

Pero quien cree en este engaño se llama Bodhisattva. El darse cuenta que no hay nadie a quien salvar es salvar [verdaderamente]

¡Qué gracioso! Sin embargo, mi respeto hacia usted como roshi no tiene límites. Verdaderamente nadie sino usted puede comprender la importancia de mi iluminación. 

Sería insensato que le dijera a otros que yo, que no tengo ni dignidad ni posición, he alcanzado la iluminación perfecta ya que quizás no le den al Budismo la importancia que tiene. 

(Lo que aquí se implica es que no sería extraño, por ejemplo, que un alto sacerdote alcance la iluminación total, pero cuando una frágil muchacha de veinticinco años se ilumina profundamente, aquellos que se niegan a creer posible semejante cosa podrían fácilmente desvirtuar el Dharma) 

Desde un punto de vista eso puede ser cierto. Por otra parte esto inspirará a muchos para hacer un esfuerzo mayor, así que no debes preocuparte. 

Sólo unos cuantos seres excepcionales no dudarían de mi experiencia. ¡Qué gran alivio descubrir que tal como yo soy no me hace falta nada! ¡Qué alegría saber que usted y yo estaremos juntos para siempre! 

El Budismo es inútil para los que están libres de engaño. Me da risa saber que siempre he sido fundamentalmente Buda -de esto no tengo la menor duda- sin embargo sólo puedo decirlo a aquellos que tienen un grado de iluminación igual al mío. A las personas con una realización menor tendré que predicar de otra forma. 

Con un corazón lleno de gratitud alzo mis manos ante usted, palma con palma. 

¡Qué exaltación suprema la de la Ley verdadera y qué razonable y consistente es desde el principio hasta el fin; siento esto tan claramente!. 

Con un corazón tranquilo espero el Año Nuevo. Por favor, cuídese. 

Yaeko 

P.D. Ahora comprendo cómo un kensho superficial puede ser peligrosamente parcial. 

(Un kensho débil es aquel donde el mundo de la Vacuidad aún se ve como diferente al mundo de la forma. Su interpretación mutua aún no ha sido percibida) 

Tienes razón. La iluminación de la mayoría de los maestros Zen de nuestros días es así. Pero una realización parcial continúa siendo realización sin importar el número de koanes que se pasen. Lo que éstas personas no llegan a comprender es que su iluminación es capaz de ampliarse infinitamente. 

COMENTARIO GENERAL: Vivir nuestra vida como tada es caminar por el sendero glorioso que todos los Budas han pisado. Cuando uno ya no esta consciente de la necesidad del Budismo el verdadero Budismo se está manifestando. Pero si uno acaricia este concepto su vida se llenará de engaño. Limpia con devoción (el vaho) de este apego y en tu vida sentirás perfectamente el tibio sol primaveral. 



Carta 7. Más evidencia de la felicidad y la paz de ser uno con el Dharma
27 de diciembre 

Querido Harada roshi: 

Permítame escribirle con frecuencia. 

Por fin he recobrado la serenidad. Con la realización de que el Buda soy yo... 

Yo soy Buda. Yo soy yo. Yo soy un yo sin yo. 

...He llegado a comprender con claridad el amor y respeto absolutos que siento por usted. 

Ya me he deshecho del olor a la iluminación... 

Todavía no. Aún despides ese horroroso olor. 

Y mi gratitud hacia usted y hacia el Dharma es aún más profunda. Estoy agradecida por haberme dado cuenta de que el atarse a un estado de engaño o de iluminación crea, a pesar de uno mismo, un deseo creciente de seguir el Dharma con mayor intensidad [y así alcanzar la paz mental suprema]

El que nunca se cansa de hacer acciones virtuosas se llama Buda. El apego al Dharma, sin embargo, no es virtud y esta atadura no es fácil de desaparecer. 

El engaño y la iluminación son igualmente ofensivos. 

Comprenderá lo enormemente satisfactorio que resulta descubrir al fin, a través de la realización total, que tal como soy no me hace falta nada. 

Sé como te sientes. Hasta el honorable Shakyamuni se apegó al delicioso sabor de la iluminación durante tres semanas. A menos de que te deshagas de esta autosatisfacción, sin embargo, no conocerás al Budismo verdadero. 

El saber que mi relación kármica con usted es profunda ha hecho que me respete más y que sea más prudente. 

He tenido ya una gran iluminación y cinco pequeñas. Hasta ahora había olvidado quién era, dónde estaba y qué estaba haciendo. 

Ir sin saber que uno va, sentarse sin saber que uno se sienta; este es el verdadero samadhi en Zen. A menos de que el ego sea desterrado hasta este punto, no puede haber una regeneración total. Tú lo has hecho bien. Confucio olvidó comer durante tres días, así de absorto estaba en su música interna. 

(Mientras nuestra visión interna esté desenfocada y nos veamos falsamente a nosotros y al mundo como entidades separadas, en vez de como un Todo indivisible, estaremos engañados. Esta distorsión, nuestra ignorancia básica, afecta nuestra visión y reacción ante todo y como consecuencia no vemos, es decir, la experiencia, las cosas como son en su verdadera naturaleza. La iluminación aunque revela nuestra solidaridad con todas las cosas paradójicamente crea un ligero orgullo ante tal logro y esto mancha la pureza inherente de la Mente. Mientras esta impureza esté ahí existirá una inquietud latente. Pero esta inquietud actúa como un impulso para continuar practicando hasta deshacerse del apego a la iluminación logrando así paz y libertad supremas) 

Había hecho desaparecer de tal manera mis “engaños” y había penetrado tan profundamente que ya no podía regresar a mi estado usual. 

Deja que sea como es. 

Pedí tener dokusan con Taji-roshi y éste me indicó entonces que eso se debía al efecto de mi profunda concentración. 

Sí, debido a la fuerza generada por la profunda concentración de la mente. 

Pensé que sería necesario que viniera para darme mayores instrucciones pero entonces tuve un profundo conocimiento y oré ante el Buda, después de lo cual me perdí en el shikan-taza durante tres horas. 

No hay necesidad de orar.

Finalmente pude volver a mi condición normal. 

El Zen que practiqué (después de la iluminación) suponiendo que había algún residuo que debía limpiarse fue realmente desesperado. Me es claro que jamás puedo dejar de hacer zazen. Estoy tan agradecida de saber que tal como soy, vida tras vida, es en sí mismo la perfección. 

En todo el universo soy suprema lo cual es perfectamente natural. 

Entre los fenómenos innumerables del universo existe Uno que se manifiesta inmaculadamente. ¡Cuál es sino tú! 

Estoy sorprendida 

Sorprendida desde el punto de vista de los sentimientos engañosos es ser ese Uno. ¡Qué maravilloso! Me siento muy bien así que no se preocupe. Espero con gran placer volverlo a ver. 

Yaeko 

P.D. Derramo lágrimas de gratitud y alegría al saber que he logrado la práctica del Zen desde el principio hasta el fin sin esfuerzo y que puedo recibir su guía eterna. 

COMENTARIO GENERAL: Un antiguo proverbio Zen dice que apegarse a la Propia iluminación es una enfermedad tan grave como tener un ego terriblemente activo. En verdad, cuanto más profunda es la iluminación peor es la enfermedad. En su caso creo que hubiera tomado unos dos o tres meses para que desaparecieran los síntomas mas obvios y siete u ocho para los más perniciosos. Estos síntomas están menos pronunciados en una persona tan dulce como ella pero en otras personas son verdaderamente nauseabundos. Los que practican Zen deben cuidarse de esto. Mi propia enfermedad duró casi diez años ¡Ja! 



Carta 8. Presentimiento de muerte 
28 de diciembre

Querido Harada roshi: 

Necesito verlo antes de que termine el año, pase lo que pase. Debo decirle algo. Siento intensamente que se acerca la hora en que habré de separarme de usted así que le ruego que venga a cualquier precio por el bien del Dharma. Le pido esto después de reflexionarlo muy seriamente. Le aseguro que no se trata de una alucinación. 

Yaeko. 

COMENTARIO FINAL: En su última carta esta claro que Yaeko presiente su muerte. En comparación con el tono radiante de las siete cartas anteriores, me quedé sorprendido y entristecido al leer esta última. 

Deseaba que de alguna forma su muerte no llegara tan pronto. ¡Qué tristeza tan terrible! 

Uno de los sutras dice que la forma ideal de morir es con el conocimiento de muerte una semana antes, sin dolor o aflicciones y con una mente serena, libre de los apegos al cuerpo. Este es el ideal que los budistas buscan pero no es fácil alcanzarlo. 

El patriarca Chuho dijo una vez solemnemente: "Quiero morir con el conocimiento de muerte una semana antes, con mi mente serena y libre de apegos al cuerpo y así renacer en el ámbito de los Budas y alcanzar la iluminación suprema a través de ellos y recibir su permiso para salvar a todos los seres salientes de los mundos sin número" 

La muerte de Yaeko tuvo este espíritu. Antes de esta carta, había recibido un telegrama en donde se me pedía con urgencia que fuera a verla. Me apresuré a ir a Kamakura el 29 de diciembre de 1935 

Al hablar con ella pude confirmar la apertura del ojo de su Mente. 

Lloraba. Yo también. Lloré de alegría y de dolor. En cuanto a ella no tenía el menor miedo a morir. Pero al pensar únicamente en el Dharma y en la iluminación de otros, se preocupaba que sus amigos y conocidos pensaran que su práctica Zen y su experiencia de la iluminación le habían provocado la muerte. Una creencia tan errónea, temía, podría llevar a los que aún no tenían una verdadera fe en el Budismo a repudiar el Dharma. Si esto sucedía, habría cometido una grave ofensa kármica no sólo contra el Dharma sino contra todas esas personas. Sentía, además, que sería culpable de infidelidad e irresponsabilidad hacia los Budas y la humanidad. 

Estos pensamientos le pesaban mucho. A pesar de que estaba dispuesta como consecuencia a renacer en el infierno, le resultaba intolerable pensar que podría ser un instrumento que condujera a otras personas en sentido opuesto. Durante el curso del día y la noche que permanecí con ella hablamos de estas cuestiones. Le aseguré que no tenía por que preocuparse puesto que yo aclararía esos errores. 

Con frecuencia le había advertido que no se esforzara demasiado ya que esto iba en contra de la Ley verdadera, además de que es posible llevar a cabo la practica Zen sin forzarse. No es imposible, por supuesto, que sin mala voluntad haya ignorado mis advertencias y, tomando en cuenta lo delicado de su salud, haya agotado sus fuerzas al esforzarse demasiado, hecho que pudo precipitar su muerte. Su miedo mayor era que la causa de su muerte fuera mal entendida por los demás y que culpando al Dharma por haber exigido demasiado de Yaeko llegaran a desperdiciarlo. 

Sea lo que fuere, la virtud de su vida está excelente en el ejemplo de cómo es posible practicar Zen perfectamente y hasta experimentar la iluminación perfecta, en la propia casa y parcialmente desde el lecho de enfermo. Si la determinación existe, siempre se puede practicar zazen a pesar de tener una constitución débil y sin tener que asistir a sesshin. Esto es lo que hace única su experiencia y la razón por la que debe quedar registrada en la historia moderna del Zen. 

Yaeko ha muerto, es una gran pérdida. Su valentía, sin embargo, es tan inspiradora y su influencia tan importante que con seguridad promoverá la difusión del Budismo y beneficiará a la humanidad.

Fuente: El libro "Los tres pilares del Zen" de Philip Kapleau

5 comentarios:

  1. Muchas gracias por este maravilloso texto que has posteado.

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  3. Me alegro que te guste raquelsuma... la verdad es que son unas cartas muy inspiradoras!! :-)

    Muchas gracias por comentar... buen fin de semana!! ;-)

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  4. Saludos!!!
    Como practicante solitario este texto me subió la moral en momentos de flaqueza. Efectivamente es una gran pérdida para el Dharma, pero bueno, como se dice por estas tierras, "las gallinas que entran por las que van saliendo" .
    Para eso estamos aquí, para realizar eso mismo, asi que mucho ánimo valientes!!!

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