Es totalmente utópico poder dar una opinión independiente, porque son demasiados los condicionamientos sin ningún atisbo de verdades absolutas que puedan resolver el abismo entre el Neo_advaita y su forma Advaita tradicional, entrar en ello es perderse en la forma mientras se olvida el fondo. El fondo no deja de ser un guion colectivo que se repite desde el principio de los tiempos, la lucha entre lo tradicional y sus múltiples ramas, como un gran árbol que desde su eje central se dispersa en multitud de ramificaciones junto a sus frutos, y es por sus frutos por lo que se les conocen.
Ante ello yo personalmente lo valoro como la forma arquetípica en que se despliega la vida, donde cada individuo ocupara su posición independientemente, será un fruto dulce u amargo, se pudrirá en la rama o será devorado por los pájaros, eso es lo de menos, ni implica que sea verdad o mentira el camino ramificado que lo ha llevado al desastre o a la indiferencia o a triunfar como la coca cola iluminándose como un candil, es que simplemente la vida crea arboles, ramas y frutos, en ello radica su esplendor, pues la finalidad no es el fruto, si no el despliegue de la maravilla llamada árbol.
Bien cierto que las opiniones, opiniones son, pero uno ha de ir navegando y conocer la dirección y sentido que tomará en todo momento o bien dejarte llevar por la corriente, en todos los casos el miedo es mal compañero. Para mí, los discursos con ese miedo al error, a las formas que adoptan las personas, esos discursos que muestran poca confianza en el individuo, son discursos en los que habla el ego muy alejados del Ser que comprende, ama.
Es totalmente utópico poder dar una opinión independiente, porque son demasiados los condicionamientos sin ningún atisbo de verdades absolutas que puedan resolver el abismo entre el Neo_advaita y su forma Advaita tradicional, entrar en ello es perderse en la forma mientras se olvida el fondo. El fondo no deja de ser un guion colectivo que se repite desde el principio de los tiempos, la lucha entre lo tradicional y sus múltiples ramas, como un gran árbol que desde su eje central se dispersa en multitud de ramificaciones junto a sus frutos, y es por sus frutos por lo que se les conocen.
ResponderEliminarAnte ello yo personalmente lo valoro como la forma arquetípica en que se despliega la vida, donde cada individuo ocupara su posición independientemente, será un fruto dulce u amargo, se pudrirá en la rama o será devorado por los pájaros, eso es lo de menos, ni implica que sea verdad o mentira el camino ramificado que lo ha llevado al desastre o a la indiferencia o a triunfar como la coca cola iluminándose como un candil, es que simplemente la vida crea arboles, ramas y frutos, en ello radica su esplendor, pues la finalidad no es el fruto, si no el despliegue de la maravilla llamada árbol.
Efectivamente... las opiniones, opiniones son! :-)
ResponderEliminarUn saludo
Bien cierto que las opiniones, opiniones son, pero uno ha de ir navegando y conocer la dirección y sentido que tomará en todo momento o bien dejarte llevar por la corriente, en todos los casos el miedo es mal compañero. Para mí, los discursos con ese miedo al error, a las formas que adoptan las personas, esos discursos que muestran poca confianza en el individuo, son discursos en los que habla el ego muy alejados del Ser que comprende, ama.
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