ÚLTIMAS ENTRADAS

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Surgir de entre los muertos



Primera carta de Bassui Tokusho al sacerdote Zen Iguchi
 
He leído detenidamente su presentación pero no acierta con el koan.

El Sexto Patriarca dijo: “La bandera no se mueve, el viento no se mueve, sólo tu mente se mueve.” Comprender esto con claridad es percibir que el universo y Usted tienen la misma raíz, que Usted y cada cosa son la unidad. El sonido del arroyo y el ruido del viento son las voces del maestro. El verde del pino, el blanco de la nieve, estos son los colores del maestro, el mismo que levanta las manos, mueve las piernas, ve y escucha. Quien capta esto directamente sin recurrir a la razón o al intelecto, puede decirse que tiene un grado de realización interna. Pero esto no es la iluminación total.

Un antiguo maestro Zen Rinzai dijo: “No debes aferrarte a la idea de que eres Esencia-pura”. Y de nuevo: “Tu cuerpo físico, compuesto de los cuatro elementos básicos, no puede escuchar o comprender este discurso. El espacio vacío no puede comprender este discurso. Entonces ¿qué es lo que escucha y comprende?
. Medite completa y directamente sobre estas palabras. Tome este koan como si empujara la espada preciosa del rey Vajra. Corte cualquier cosa que aparezca en su mente. Cuando surjan pensamientos de asuntos mundanos, córtelos. Cuando surjan nociones de Budismo también córtelas. En breve, destruya todas las ideas ya sean de realización, de Budas o de demonios y durante todo el día trabaje en la pregunta “¿Qué es lo que escucha este discurso?”. Cuando haya erradicado toda concepción y sólo quede la vacuidad, entonces corte también a través del vacío y su mente se abrirá con un estallido y se manifestará aquello que escucha. Persevere, persevere; no se detenga jamás a medio camino hasta que alcance el punto en que verdaderamente sienta que ha surgido de entre los muertos. Sólo entonces podrá resolver completamente la importante pregunta “¿Qué es lo que escucha este discurso?”.

Me temo que no le es posible escribirme con frecuencia por ello le escribo esta carta [detallada]. Después de leerla, tírela al fuego.

Fuente: "Los tres pilares del Zen" de Philip Kapleau

5 comentarios:

  1. ¡Vaya, mi maestro!. Constancia, perseverancia, sinceridad y fe en lo que dice.
    Allá donde voy sólo escucho palabras de desaliento hermano. Aquí no encuentro ningún maestro rinzai, y si lo encuentro en el extranjero, me dice que lo busque aquí, entonces le hago referencia a Bassui y sus cartas a sus discípulos pero no logro convencer. Tampoco conozco a nadie que practique el koan. ¿Tú conoces a alguien que lo practique?

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Creo que no entiendo la pregunta, bueno, si te soy sincero tampoco entendí tu primer comentario, lo siento maifren!! :-)

    A mi modo de ver Bassui está invitándonos a que pongamos atención a eso que hay en nosotros que es consciente del mundo, de los pensamientos, de las sensaciones, de las emociones, etc. Eso que es consciente de las cosas (tanto internas como externas) no es una persona o una personalidad, es la consciencia. El asunto trata por tanto de dar un paso atrás, por ejemplo ahora surge el conocimiento de que tengo frío. Ese conocimiento sustenta la dualidad puesto que parece que hay un yo (sujeto) que experimenta frío (objeto)... pero el tema es dar un paso atrás, es decir, desplazar la atención puesta en el conocimiento de que "yo tengo frío" y poner la atención sobre la consciencia que es consciente del hecho de que "yo tengo frío". Es muy simple, pero puesto en palabras no se si se entiende...

    ResponderEliminar